El proyecto del euro digital empieza a cobrar forma, pero, al mismo tiempo, la maquinaria europea deja claro que necesitará años y años para su implantación. Su introducción, proyecto sobre el que el Banco Central Europeo (BCE) tomará una decisión formal en los próximos meses, podría producirse en 2026 como fecha más temprana, según ha señalado el ejecutivo italiano de la institución, Fabio Panetta.
“Esa sería la fecha más temprana”, ha indicado Panetta en una entrevista con el diario japonés ‘Nikkei’, donde ha advertido de que esta “no es una carrera”. “Comenzamos nuestra discusión con un horizonte de cinco años en mente. Es probable que cinco años sea el tiempo mínimo necesario para la introducción de un euro digital”, ha apuntado.
Realmente, el euro digital no tiene nada de novedoso, sino que, en cuanto a su funcionalidad, sería lo más tradicional del mundo. Para entenderlo basta con imaginar que es exactamente igual el dinero en efectivo, pero en versión electrónica.
El ejecutivo italiano del BCE ha defendido que la introducción de un euro digital ayudaría a mantener abierta la competencia y estimularía la innovación al tiempo que fortalecería la autonomía y la resiliencia financiera de Europa.
En este sentido, Panetta ha señalado la importancia de evitar que el mercado europeo de pagos minoristas esté dominado “por un puñado de agentes no europeos” que podrían ser relativamente inmunes al escrutinio y la supervisión de las autoridades del Viejo Continente.
De hecho, ha recordado que un pequeño número de empresas no europeas ya dominan algunas partes del mercado de pagos minoristas, como tarjetas de crédito y pagos en línea, advirtiendo de que en el futuro, el papel de las grandes empresas tecnológicas podría llegar a ser muy significativo en los servicios financieros, lo que podría plantear riesgos para la privacidad, la competencia y la autonomía tecnológica.
“En ausencia de una solución europea de pagos digitales, nuestra soberanía monetaria y financiera estaría en última instancia en juego”, ha avisado.
El problema está bien detectado en el análisis de Panetta, pero precisamente por eso la demora en los plazos de implantación puede ser un problema. Si la puesta en marcha del euro digital se demora a finales de esta década, ¿cómo estará la situación para entonces? ¿no será, para cuando llegue, algo ya totalmente superado por la realidad?
El euro digital no es una nueva divisa, ni una criptomoneda, ni dinero bancario sometido a los tradicionales “multiplicadores” que se explican en las facultades. Es, al contrario, algo equivalente al dinero en efectivo, controlado por el banco central y, por tanto, parte de la oferta monetaria. Esa sería su mayor virtualidad: su control público, porque sería un dinero creado y custodiado por la autoridad monetaria, con coeficientes y restricciones, en lugar de los medios de pago que están proliferando de manera informal, que escapan a todos esos controles, incluidos en gran parte los fiscales.
Esa sería su gran ventaja, pero eso, también, está en el origen de otro debate: aunque el BCE afirme una y otra vez que no acabará con el dinero en efectivo, lo cierto es que, una vez esté disponible el euro digital, tendremos una alternativa que cumplirá exactamente sus mismas funciones y no tendrá ninguno de sus inconvenientes. Siendo, así, ¿ cuánto tiempo más podrán resistir con vida los pagos en metálico? Si estos acaban cayendo en la práctica a niveles de uso inferiores al 10% de las transacciones o incluso menos en unos años ¿ cuánto tiempo más se podrá seguir garantizando la “liquidez” real de un pago en efectivo que acabará sin encontrar contraparte dispuesta a aceptarla?
La solución, por supuesto, consiste en seguir obligando legalmente a los vendedores a disponer de efectivo para servir de contraparte a los compradores. Pero eso tiene un coste, y si las transacciones en efectivo son cada vez menos frecuentes, ¿hasta qué momento ese coste será asumible? ¿Sería viable, en la práctica, tener miles de millones de euros paralizados, sin movimiento, en cajas físicas que cada vez menos gente demande?
Artículo elaborado, en parte, sobre la información facilitada por Europa Press
Tu opinión
Existen unas normas para comentar que si no se cumplen conllevan la expulsión inmediata y permanente de la web.
EM no se responsabiliza de las opiniones de sus usuarios.
¿Quieres apoyarnos? Hazte Patrón y consigue acceso exclusivo a los paneles.