Gran Bretaña: May aguanta tras superar una moción de censura

Tras el varapalo sufrido ayer por Theresa May al fracasar su intento de que el Parlamento aprobase su acuerdo para la salida de la Unión Europea, se abre un nuevo compás de espera, y hoy la primera ministra ha superado un primer escollo, al fracasar la moción de censura presentada por el laborista Corbyn.

El proceso aún puede durar algunos meses más, incluyendo una (breve) prórroga que podría conceder la Unión europea hasta que los británicos se aclaren. Por el camino,  la posibilidad de un segundo referéndum cobra fuerza, y algunos líderes laboristas presionan a Corbyn para que empiece a apoyarlo, algo que hasta ahora se ha negado a hacer.

Todas estas convulsiones, sin embargo apenas afectan a la expectativa electoral de los partidos. Los conservadores conservan en la media de encuestas una leve ventaja sobre los laboristas, y, muy lejos de los dos grandes, los liberales más pro europeos consiguen leves avances, pero también lo hacen los escépticos del Ukip, los verdes y los nacionalistas escoceses.  Una hipotética Cámara de los Comunes, dado el sistema mayoritario imperante, tendría una composición muy parecida a la actual.

En cuanto a la opinión sobre el mismo Brexit, los británicos se oponen frontalmente al plan ideado por May, que apenas consigue, según diferentes encuestas, el apoyo de entre el 20 y el 30% de la población. Puesto que la U.E. se niega a renegociar ahora otro acuerdo, la alternativa que se presenta es es la de optar entre un Brexit sin acuerdo (hard Brexit) o renunciar a salir de la U.E. (tras, se supone, un segundo referéndum).

Las próximas semanas verán los últimos intentos de encontrar una vía intermedia entre ambas posibilidades. De momento, si se plantease un nuevo referendum, la mayoría del país parece inclinarse por la permanencia en la Unión, aunque no de forma contundente. Los indecisos son, una vez más, la clave.