La Iglesia insta a “activar mecanismos constitucionales ante el bloqueo político”

El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), monseñor Luis Argüello, ha defendido que, ante la situación de bloqueo político actual, sería conveniente recurrir a mecanismos constitucionales como la cuestión de confianza, la moción de censura o la convocatoria de elecciones anticipadas.

En una entrevista concedida a La Vanguardia, el también arzobispo de Valladolid ha señalado que España vive una situación de “bloqueo político” que podría resolverse mediante los instrumentos previstos en la Constitución. “La política está bloqueada. No hay Presupuestos y no parece que el Gobierno tenga capacidad de gobernar con claridad”, ha señalado.

Argüello considera que estos mecanismos —cuestión de confianza, moción de censura o elecciones— deberían activarse para restablecer el rumbo institucional. “Hay mecanismos constitucionales que deben ponerse en marcha para afrontar esta situación”, ha insistido.

El prelado ha recordado que ya en julio, al asumir la presidencia de la CEE, propuso la celebración de elecciones anticipadas. Ahora, reitera esa postura al entender que el sistema parlamentario prevé vías para resolver impases como el actual. “La moción de censura y la cuestión de confianza forman parte de las herramientas democráticas”, ha añadido.

Además, ha planteado que sería positivo revisar y clarificar ciertos aspectos de la Constitución Española. Según Argüello, “la Constitución no es una obra sagrada, puede revisarse en aspectos que generan confusión o interpretación ambigua”. Ha puesto como ejemplo los términos “nacionalidades”, “regiones” y “nación” recogidos en el artículo 2.

“Cuando hay conceptos que se utilizan de forma diferente por unos y otros, conviene precisar”, ha señalado, sin entrar en valoraciones políticas pero subrayando la necesidad de que los textos constitucionales sean claros y operativos.

La intervención del presidente de la CEE llega en un contexto de creciente tensión política, sin acuerdos presupuestarios y con un Congreso dividido. Sus declaraciones han reabierto el debate sobre el papel de la Iglesia en la vida pública y la conveniencia de una reforma institucional.