[Opinión] Bloqueo institucional: La ‘doctrina Revilla’ podría ser la solución.

Siete meses han pasado desde las elecciones generales (desde las primeras), un mes desde la repetición y el panorama apunta al mismo escenario de bloqueo institucional.

Los españoles asistimos atónitos a un escenario en el que todos nos hablan de la premura con la que se deben abordar las “reformas necesarias” o del “cambio necesario” para el país, ya sea en una u otra dirección, pero a su vez contemplamos como los partidos son incapaces de alcanzar un acuerdo que permita, al menos, formar Gobierno.

El PP sigue enrocado en apoyar a un Rajoy al que muchos ven como el principal obstáculo que impide la formación de un gobierno de centro-derecha. A su vez, insisten desde Génova en que Mariano podría volver a rechazar intentar la investidura o incluso no ser propuesto por Felipe VI.

Por otro lado el PSOE mantiene su NO al PP, NO a Rajoy, NO a Podemos y NO a un pacto con los nacionalistas. Ni oir hablar de una hipotética abstención o pacto de izquierdas mientras dirimen sus diásporas internas, que pueden más que el interés de lograr la gobernabilidad.

Mientras tanto, Podemos mantiene su voto en contra del PP (algo que no se esperaba fuera diferente) pero no ofrece otro tipo de salida como una negociación de mínimos con PSOE y Ciudadanos o intentar acercar posturas entre CiU/PNV y los socialistas (de hecho desde el PNV han insistido en que apenas hay contacto con la formación morada). De nuevo inmovilismo.

Y Ciudadanos, dando vueltas como un loco y desdiciendo sus promesas electorales cada cinco minutos, tampoco logra dar con una fórmula de acuerdo más allá que pedir la abstención del PSOE. Ni hablar de sentarse con Podemos o ceder ante una abstención de CiU/PNV. Lo único que ha dicho Rivera es que diría a Felipe VI que convenciera a Sánchez para su abstención, lo que demuestra el desconocimiento (o la imprudencia) de la Constitución que tanto defienden continuamente.

Los nacionalistas, cada uno mirando a su ombligo, parecía que podrían desbloquear la situación con algún apoyo gratuito en la investidura, un sueño efímero que resultaba poco creíble desde antes de siquiera pensarlo. Mientras el PSOE se niegue a sentarse a negociar, no habrá acuerdo posible.

Y mientras tanto los españoles arrastramos los mismos problemas que hace un año, la emergencia social sigue siendo la misma, la economía se encuentra estancada y de un momento a otro podríamos volver a caer en una crisis igual de grave que la que nos ha llevado a esta situación. La urgencia de los sillones.

¿Cuál podría ser una salida “viable” ante este bloqueo institucional? Pues o bien un gobierno tecnócrata de verdaderos independientes (algo que se antoja imposible, ya que poner al frente de un Ministerio a grandes profesionales independientes sería morder la mano que les da de comer) o la que denominaremos “doctrina Revilla”.

La “doctrina Revilla” sería sencilla: buscar un candidato más o menos independiente que pudiera ser visto con buenos ojos por la mayoría de la sociedad, alguien cuyo papel al frente del Ejecutivo fuera testimonial, pero con la suficiente entidad como para recibir los votos favorables (con las abstenciones necesarias) en la investidura que le permitiese formar un gobierno multipartidista (o tecnócrata) y cuyas leyes tendrían que ser negociadas y pactadas entre todos los partidos en el Parlamento en un modelo similar al que gobierna Madrid o Barcelona.

Revilla sería sin duda un ejemplo de posible candidato, si bien un perfil más o menos neutral, con buen CV y la simpatía de la sociedad al estilo del Juez Castro podría encajar perfectamente en el puesto, ¿serían capaces nuestros gobernantes de evitar unas terceras elecciones anteponiendo el bien del país y obligándose a negociar, esta vez de verdad, sin pensar en sus sillones? Es o esto, o repetir elecciones, o directamente sus dimisiones en bloque.

*** Un artículo de nunme