Podemos cambia su modelo de militancia e ingresos

Hoy es el día marcado en el calendario para hacer definitivo el cambio de modelo de ingresos y militancia de Podemos.

El modelo de financiación basado en aportaciones voluntarias de los afiliados toca a su fin, ante la evidencia del descenso progresivo de estas. En los seis años transcurridos desde la irrupción del partido en el panorama político, el modelo anterior vivió un crecimiento exponencial inicial, para luego ir cayendo en un lento declive. El partido, que en 2015 superó las 125.000 donaciones individuales por importe superior a 1.600.000 euros, habría estado este año, de seguir con la inercia actual, en niveles de unos 600.000 euros, con una pérdida muy importante. Por su parte, las aportaciones de diputados y eurodiputados, que habían alcanzado su máximo en 2018 (casi 3.000.000 de euros) descienden también ahora ante el menor número de representantes electos, y podrían quedarse para 2020 en menos del millón y medio de euros.

Las cuentas ya no cuadran. Los cambios organizativos aprobados en mayo suponen ir abandonando el tradicional “censo de militantes” para pasarse a un modelo más clásico de inscripción, que en teoría debe estar habilitado desde hoy mismo, y que supone en principio la obligatoriedad de abonar una cuota mínima de tres euros mensuales, salvo para quienes demuestren escasez de recursos (desempleados, pensionistas con ingresos inferiores al SMI, estudiantes y personas en situación de vulnerabilidad o precariedad).

En mayo se suprimió el tope salarial para los cargos públicos, cifrado en tres veces el SMI, que implicaba la obligatoriedad de entregar lo que superase esa cifra. Existe un compromiso de dar con una nueva fórmula que compatibilice “las mayores responsabilidades que se han ido asumiendo”, pero aún no hay nada articulado en concreto. El acuerdo de mayo hablaba de pasar a “un sistema de porcentajes” (variables, que se cifraban ente un 5% y un 30%) sobre el total del ingreso neto, basado en las responsabilidades y el grado de exposición pública de cada cargo. De esta forma los cargos con menores ingresos también deberían hacer una aportación porcentual, mientras que la aportación de quienes más ingresan no estaría sometida a los topes anteriores.

La idea consiste en migrar de un sistema de inscritos a otro de auténticos militantes. Para serlo es necesario identificarse adecuadamente en la web del partido, realizar los pagos de la cuota y encuadrarse en un círculo de la organización (que a partir de ahora solo serán territoriales, al desaparecer los de ámbito general)

Financieramente, el objetivo es seguir sin depender de la financiación bancaria, algo que estaría a punto de quedar en entredicho de mantener el antiguo sistema, porque los ingresos voluntarios siguen cayendo y lo recibido de los cargos públicos y por subvenciones por votos obtenidos, también cae.