La corporación pública RTVE ha anunciado oficialmente que España no participará en Eurovisión 2026, tras la decisión de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) de mantener la presencia de Israel en el certamen.
Este desenlace se produce después de que el Consejo de Administración de RTVE aprobase —el pasado septiembre— retirar al país del festival en caso de que Israel siguiera dentro. El presidente de RTVE, José Pablo López, ya había defendido que los “derechos humanos no son un concurso” y cuestionado la capacidad de Eurovisión para mantenerse como un evento cultural neutral tras lo que considera una instrumentalización política del certamen.
Además de renunciar a enviar un representante, RTVE ha confirmado que tampoco emitirá ninguna de las galas —semifinales ni final— de Eurovisión 2026.
La salida de España marca un hito: supone la ruptura de una tradición de 64 años —el país había participado en todas las ediciones desde su debut— y un duro golpe al festival, dado que España forma parte del grupo de los “Big Five” de la UER, los principales responsables de su financiación.
Para el panorama musical español surge ahora una gran incertidumbre: el Benidorm Fest —el concurso interno de selección nacional— pierde su propósito original como plataforma para seleccionar al representante español.

























































































































































































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