Curaçao: arrase del soberanista conservador MFK

Las elecciones en Curazao han dejado un resultado claro e inapelable: el partido Movementu Futuro Kòrsou (MFK) se impone de forma contundente con el 55,2% de los votos válidos, asegurando así una mayoría absoluta en el parlamento insular.

Dominio total del MFK

El MFK, liderado por Gilmar “Pik” Pisas, es un partido nacionalista y conservador que aboga por una mayor autonomía dentro del Reino de los Países Bajos. Su triunfo, con más de 41.600 votos, lo convierte en el único partido con capacidad real de gobernar en solitario. Este resultado refuerza su papel hegemónico en la política local y garantiza la continuidad de su proyecto político.

Resultados del resto de partidos

A mucha distancia del MFK, el resto de las fuerzas políticas logran representación muy fragmentada:

PNP (Partido Nashonal di Pueblo): con un 16,3%, obtiene más de 12.000 votos. Es un partido de centroizquierda que promueve políticas progresistas y de inclusión.
PAR (Partido Antia Restrukturá): alcanzó un 10% de los votos (7.561). Tradicionalmente liberal y autonomista, ha sido uno de los partidos más influyentes del pasado reciente.
MAN-PIN: coalición entre el Partido MAN y el partido PIN, obtiene un 8,5% (6.378 votos). El MAN es una formación socialdemócrata con una larga historia en la isla.
KEM (Kòrsou Esun Manifestashon): con 3,4% de los votos (2.526), es un partido emergente que promueve una visión más participativa y comunitaria del gobierno.
MK (Movimiento Kousa): obtiene solo un 2% (1.540), sin asegurar escaños.
TPK (Tren Pèpè Kòrsou): con un 2,1% (1.616 votos), es una pequeña formación que promueve valores tradicionales.
MKP (Movimiento Konsenshi Patriotiko): alcanzó el 2,4% (1.846), también sin posibilidad de representación.

El panorama político de Curazao queda dominado por el MFK, que no solo se afianza como el partido más votado, sino que alcanza la mayoría absoluta, lo que le permitirá formar gobierno sin necesidad de pactos. El resto de partidos tendrá que conformarse con un papel secundario en el parlamento y reflexionar sobre cómo recuperar terreno en futuras convocatorias electorales.