Oyala – Ciudad de la Paz: la nueva capital 100% renovable de Guinea Ecuatorial

Guinea Ecuatorial, pese a sus vínculos con España, sigue siendo una gran desconocida para muchos de nosotros. En parte este desconocimiento viene del silencio informativo impuesto durante la dictadura franquista en su última etapa, para ocultar la descolonización. De este país conocemos que es el único estado africano de habla hispana, que fue colonia española hasta 1968 o que su Jefe de Estado (Teodoro Obiang) lleva en el cargo 42 años tras dar un golpe de Estado contra su tío y es uno de los líderes que más tiempo se ha perpetuado al frente de un país.

Una de las cosas que destacan de esta República africana es que en ella conviven diversas tribus locales con sus lenguas propias que se comunican entre ellas usando el español como elemento común, ya que es el idioma que se utiliza en los centros de formación y colegios, y sobre el que giran los programas de televisión y también, en parte, la música ecuatoguineana.

Pero si esto os despierta curiosidad, no menos inquietante es que la antigua Guinea española (que adoptó su actual denominación tras la descolonización) tenga su capital (Malabo) en una isla aislada del territorio continental, algo que en breve cambiará.

El Gobierno de Guinea Ecuatorial está construyendo una nueva capital a medida, algo que países como Brasil hicieron con su capital (Brasilia), y que los ecuatoguineanos quieren llevar un paso más allá, convirtiéndola en la primera capital cuya energía sea procedente al 100% de energías renovables.

Olaya se ha diseñado para albergar a una población de unas 150.000 personas, que sería más de un 10% de la población total, y para fomentar las conexiones con otros países a los que se podrá acceder también por vía terrestre. Por el momento alberga la sede administrativa desde hace más de tres años, y se proyecta una población inicial este 2021 de unas 65.000 personas.

Para la construcción de gran parte de las edificaciones públicas y las infraestructuras el Gobierno ecuatoguineano ha sellado acuerdos de colaboración y concesiones con empresas extranjeras, destacando algunas sociedades chinas en el marco de un convenio con el gigante asiático.

Algunos datos extra sobre Guinea

Volviendo al tema del desconocimiento existente en nuestro país sobre Guinea ecuatorial, os podemos arrojar un poco de luz con varios datos que pueden resultar interesantes:

El país, que limita geográficamente con Camerún y Gabón, está dividido en 8 provincias (Annobón, Bioko del Norte, Bioko del Sur, Centro Sur, Djibloho, Kié-Ntem, Litoral y Wele-Nzas). Tiene entre su territorio cinco islas, de las cuales tres están habitadas y una de ellas alberga su hasta hoy capital (Bioko, cercana a la costa de Camerún), mientras que la de Annobón está a más de 600km de su costa más cercana.

Su economía es altamente dependiente del petróleo aunque también tiene en la industria agrícola o en la ganadera una vía adicional de ingresos. Este país es una de las naciones africanas con mayor renta per cápita, en parte por sus grandes yacimientos de crudo.

Su compañía aérea, CEIBA Intercontinental, conectaba hasta el momento de inicio de la pandemia en vuelo directo a Madrid con Malabo al menos dos veces por semana.

La esperanza media de vida en el país es de apenas 53 años para las mujeres y de 49 años para los hombres, tiene un alto índice de alfabetización que casi se ha duplicado en las últimas décadas hasta rozar hoy el 90%.

La UNED tiene dos divisiones en Guinea Ecuatorial (en las ciudades de Bata y Malabo) y el Gobierno de España apoya económicamente diversos cursos de formación y programas educativos de fomento del uso del español en la región.

En cuanto al idioma, el ‘español ecuatoguineano’ es oficial junto con el francés (aunque este apenas se habla). El español presenta algunas particularidades como la ausencia del fonema /rr/ (por lo que palabras como ‘coro’ y ‘corro’ se pronuncian igual) y algunas tribus del país intercambian el sonido de la ‘g’ y la ‘j’ (pronunciando “ajuga” en lugar de “aguja”, o similar).

No existen cines en el país y es calificado como uno de los regímenes más herméticos del mundo con respecto a su población por su alto grado de censura.